lunes, 24 de agosto de 2009

La Voz del Hincha

Empapados de ilusiones (intactas), inmersos en otro domingo más de futbol, esperábamos al rival de turno, en este caso no cualquier opositor sino el que nos permitiera sumar de a tres, ganar la tan necesitada confianza y enderezarnos por la senda de la victoria (por la cual estamos acostumbrados a transitar). El marco era aceptable, apenas algunos más que “los de siempre”, y el 11 inicial se traía algunos cambios bajo la manga.

Las modificaciones con respecto al partido anterior fueron el ingreso de Sebastián Ceballos, Lucas Rodríguez y Emiliano Bottacín, en el primer de los casos intuímos por la posición en donde se paró que fue por el lesionado Peralta; el segundo cambio desconocemos las causas y valga la redundacia, fue Rodríguez por Rodríguez, quien ocupó un lugar en la banca fue José; y en el último caso quien tuvo que dejar su lugar fue Santi Gómez.

El partido planteó de arranque a un Argentino utilizando mucho la banda izquierda, no tuvo un buen partido Favio Fissolo y tal vez la multiplicidad de funciones fue lo que lo desgastó y lo llevó a ello. Por una parte era muy utilizado como salida y a su vez le tocaba marcar al más movedizo y mejor hombre de ellos, en mi opinión, al ex Progreso de Noetinger, Aicardi. Sumado a esto, es expulsado a los 27’ como consecuencia de una falla del “impresentable” Peralta, quien le adjudica una segunda amarilla por una falta muy discutible olvidándose, evidentemente, que el lateral ya había sido amonestado con anterioridad.

Por la otra banda, Enzo Maldonado era de lo mejor (como en lo que va del torneo) se proyectó un par de veces terminando con buenos centros, que no pudieron ser concretados por los delanteros, y simultáneamente se encontraba firme en la marca.

En el medio los encargados de recuperar el balón anduvieron bien, Ale Gómez sabemos que no se guarda nunca nada para la próxima fecha aunque hoy tal vez estuvo un poco impreciso en la entrega; por otra parte, de lo que se puede rescatar de la derrota Ceballos fue el mejor, tardó algunos minutos en acomodarse y ponerse a gusto pero recuperó bien el balón y lo entregó de la misma manera mientras pudo. Colo Rodríguez, paso desapercibido.

Algunas atropelladas de Denis Rodríguez, de mucho desgaste físico el domingo, ilusionaban con que puedan llegar a terminar en algún centro con la pelota mansita en los pies de los siempre oportunos Gringo Quinteros o Emi Botacin, esto ocurrió en algunas ocasiones en donde los disparos de Quinteros, sin que la pelota le llegue muy cómoda, fueron desviados.

El primer tiempo termina con una pelota muy clarita de gol, en cual Jorge Quinteros dispara y esta pasa besando el poste izquierdo del arco defendido por Maraschini.

En el segundo tiempo Argentino fue preso de su propio desorden, el que cual fue consecuencia de querer ir a empatar el partido. El complemento encontró a un Argentino que usó una misma arma para empatar constantemente, centros (en su mayoría bien ejecutados por Ale Gómez) al segundo palo. Este parecía el camino, era solo cuestión de tiempo y de perseverancia alguna tenia que quedar, Giammalva, Gasparini y Bottacin ganaban de arriba en la mayoría de las veces bajando la pelota al centro del aérea, y una y otra vez era despejada. Ingresa Santiago (por Rodríguez), bien, movedizo, pidiendo la pelota siempre, como lo queremos ver todos.

Promediando el complemento Bottacín ejecuta un cabezazo tras cento de Quinteros que pasa apenas desviado, mientras tanto Leones contragolpeaba, y la velocidad de Aicardi y el oportunismo de Alessandría eran un problema a nuestro equipo jugando de ataque, algunas fallas en el fondo producto de jugar al límite podrían haber terminado en 2 a 0 del local.

Y después se empañó todo, se confundieron esas ganas de ir a empatarlo, con los constantes errores de Peralta y sus colaboradores, lo que provocó las expulsiones de Tute Giammalva y Santiago tras discutir con el línea y el árbitro, respectivamente, sumado a eso el desgaste que habían hecho Ale Gómez, Sebastián Ceballos, Denis Rodríguez (sustituido por Mariano Quinteros) en el medio campo quienes estaban pagando por eso. Resultó difícil cambiar la historia, y en la cálida tarde de la ciudad aledaña el mediocre juez sentenció el final.

Uno a cero abajo y tercer derrota en tres partidos, esos son los números, pero Argentino dejó un sensación positiva hoy: Que va al frente, que no le gusta perder (ni tampoco empatar), y que se enoja cuando le toca hacerlo, que corre cuando no juega con nombre y apellido hicieron evidente hoy, y ese es el camino para levantar cabeza, la revancha es próxima, el domingo que viene.

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