martes, 6 de abril de 2010

De nada sirve

Son muchas las cosas que exige una tribuna en cualquier cancha de fútbol de nuestro país, algunas de ellas son actitud y entrega, lo que en lenguaje futbolero podría traducirse en jugar como lo haría un simpatizante, dejando la vida en cada pelota, digamos... jugar como un hincha.

Pero claro, todo tiene un límite. Y en este caso la historia pasa por el comportamiento como jugadores de fútbol. El plantel de nuestro club está compuesto en parte por jugadores semi-profesionales y, por lo tanto, deben actuar como tales. Nadie puede negar que alguna vez fue víctima de la injusticia y sintió ganas de hacer notar su desacuerdo con hechos violentos, pero aunque a algunos no les guste, debo decir que no es la forma. Nadie ganó algo de esa manera.

Lo ocurrido el domingo pasado en Leones lamentablemente no es algo novedoso en nuestra Gloriosa Institución, que si es Gloriosa no es precisamente por esto. Cuando Sarmiento empató el partido, luego de un tiempo de descuento en el cual el local arrolló a nuestro equipo, que había hecho hasta allí un partido bárbaro, con una entrega notable y un compromiso tremendo, se desató la locura. Y aunque el árbitro haya amagado a terminarlo, aunque haya jugado tiempo de más, nada fundamenta lo ocurrido.

Seguramente, a muchos se les vino a la cabeza el partido en Las Parejas de 2008, cuando nuestros jugadores protagonizaron otro hecho lamentable, que recordaremos por mucho tiempo y que después se maximizó en las tribunas. O también innumerables situaciones en que sufrimos expulsiones y/o suspensiones por acciones extra-futbolísticas tras resultados adversos que hasta nos privaron de disputar una final con un equipo completo. Quién pudiera explicar por qué nos sucede esto, pero aquí va un intento:

Todos sabemos que a fines de los 90 nuestro club estuvo al borde de desaparecer y durante un tiempo el fútbol estuvo lejos de ser lo que fue o lo que es. Sin embargo, desde hace algunos años, todo fue creciendo. Ascenso y campeonato en 2006, dos finales en 2007 con campeonato incluido en el Clausura, Torneo del Interior en 2008 con grandes resultados, buenos resultados en Liga, otro buen TDI en 2009, otra final. Y en general el balance es muy bueno. Por eso, toda esa gente que volvió a las canchas para ver renacer un grande dormido se acostumbró a lo bueno. Y claro está, los jugadores no son ajenos a esto, por lo que sólo nos resta concluir una cosa: no aceptamos perder. Y se sabe, eso es fundamental en un deportista.

Entonces, la pregunta final es: ¿Hasta cuándo? ¿No aprendimos nada de todo lo que ya pasó? Ahora esperaremos la resolución del Tribunal de Penas de la Liga y buscaremos la forma de seguir avanzando en el torneo. De nada sirve actuar como el domingo pasado, aunque bien podría ser que, esta vez si, al menos sirva de ejemplo.

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